¿Sabías que las habilidades motoras finas se desarrollan primero que las duras?

Estas se desenvuelven en los primeros años de vida y va más allá de aprender a manipular objetos. Esta habilidad se basa en la coordinación y control de movimientos pequeños unidos al sentido de la vista.

Cortar papeles en trozos pequeños,abrochar y desabrochar botones,hacer formas con plastilina, enroscar diferentes tapas, entre otras actividades son ejercicios muy útiles a la hora de estimular la motricidad.

¿En qué ayuda esto al niño o niña?

El desarrollo de esta habilidad motora es recomendable estimularla desde las etapas más tempranas, pues es fundamental en su crecimiento para lograr que los movimientos sean cada vez más precisos reflejándose positivamente en las actividades cotidianas como comer de manera independiente, cepillarse los dientes sin dificultad, vestirse solo, entre muchas otras. 

Pensando en esto, Armando a Armando es un juguete de peluche ideal para estimular la creatividad de quién lo use mientras practica, sobre todo si son niños en edad escolar donde podrán cambiar, abrochar y desabrochar cada pieza en el lugar que su imaginación indique.